Hacer posar a los niños puede ser algo difícil, la mayoria de las veces es mejor acompañarlos en su juego. Las fotos que comparto aquí forman parte de una tarde fría y mágica de primavera en la que la intención era pasear por la playa, pero los planes se vieron truncados por la naturalidad de uno de los peques, entusiasta a más no poder y amante desde ya del mar. Fue un regalo verle disfrutar del agua y de la arena con unos padres que le dieron la libertat de hacerlo. Así sí <3









